También conocida como Monastrell. Se trata de la cepa Mourvédre cuya existencia data del siglo XV y su origen es español, específicamente de la localidad valenciana Sagunto. Tiene una mayor frescura y versatilidad para mezclarse con otras uvas gracias al suelo y clima presente en San Javier. Necesita un tiempo cálido para crecer y sus racismos son de baya esférica y pequeñas de color negro intenso, de piel gruesa rica en antocianos, con una pulpa muy carnosa, blanda, incolora y con poca cantidad de taninos.
La cepa Mourvédre necesita largas horas de exposición a sol, debido a que esto la hace potenciar todas sus propiedades. Esto puede provocar que su variedad puede ser alta en alcohol, pero la mezclarse con otras cepas como en el caso del vino de Las Veletas Grenache, Mourvèdre, Carignan y Syrah, genera una baja en este aspecto.
En cuanto a su sabor, la cepa Mourvédre puede tener un gusto silvestre o a madera con algunos toques a frutos producidos por la zarzamora, chocolate y especies dulces. Cabe mencionar que esta se puede mezclar muy bien con Grenache o Syrah, tal cual como lo es en el vino de Las Veletas Grenache, Mourvèdre, Carignan y Syrah. Es muy raro encontrar un producto hecho solo en base a esta uva.
Maridaje: Los vinos en base a esta cepa pueden mezclarse bien con carnes rojas a la plancha, estofados y cordero. También puede acompañar un queso poco curado y en base a leche de oveja, con legumbres y otros platos en base a carne.
Hemos revisado algunos detalles de la cepa Mourvèdre, presente en el Grenache, Mourvèdre, Carignan y Syrah. Como se pudo apreciar es un tipo de uva bastante compleja pero que si se trata de buena forma da excelentes resultados. Además, por su facilidad para mezclarse, presenta una gran cantidad de maridajes para acompañar las mejores cenas con amigos y familiares.
